Friday, January 30, 2009

Locus crocus…

¡Croac! nomás…

Saturday, January 24, 2009

Dawn of the televident

Nuestro héroe protagonizando la primera tapa oficial de la dama. Suavena con el zapping, mis estimados marcianos de fierro.

Thursday, January 22, 2009

Webing across the tiempuum…

El presente (y pasado –yara– a la vez) dibujito fue manufacturado en homenaje a El Eternauta, que el 2007 cumplió 50 años. Ese año, su dibujadorrr, el máistro F. Solano, se pegó un saltuum* pa Limonta, invitado a la fiera** del broli Richi Palma. Primero el boceto:


Y aquí el arte final:


*Saltuum: Brincuum***.
**Fiera: Dícese de una "feria" con precios fiero$.
***Brincuum: Saltuum* pe'…!

Saturday, January 17, 2009

…rrrumble! (anoder kartum)

Un pequeño aviso a la comunidac, en el aniversario de lima, ciudad de los reyes rompemuelles, :D, a ver canten conmigo y ¡croooac…!

…cross the Evitamiento's jaijguey,
where the booming combis roar,
you'll behold in breathless wonder,
the god of pissing, Caaa-raxooow! jjjjjjjjjj





(repetir 500 veces…)

Thursday, January 15, 2009

¡Cachacos a matar,
cachacos a morir,
cachacos sin razón
de vivir...!

lari lará. Así rabiaba un tema subte que escuche en el cole allá por el ochentipicos tirando pa' noventas (si mal no recuerdo, el inolvidable año del agua con mierda, de la inflachón neta, bruta, brutaza, burraza, amén de otras incontables hazañas acaecidas durante el primer reinado de Crazy Horse, que así le decía Sofocleto a Crazy Horse); un patin había trajido su walkman (uókman) y estaba escuchando una cinta de nuncasupequébandafue. Jamás había tenido algún bicho de esos tan así de cerca (la misiez, pe'), así que me acerqué a echarle una ¡croooac!. En prima me pasó un parlante y nos pusimos a escuchar. Recuerdo que aquella sonk termina con una sugerente arenga (¡mueranse todos por la conch… bla bla bla…!), seguida o acompañada por una explosión nuclear y unos eructos con su pedo más (…ansí estaba ejecutada la maqueta así que a no tildarme de cochinín eh!). Bien. Por ese entonces me gané con otros patines que también paraban con uókman, escuchando al alimón otra vaina que no sabía qué era pero fuera lo que fuera les hacía rechinar los dientes y sacudir las melenas (las mismas que no durarían mucho, gracias al regente y su tijera sin filo) en un mosh bravazo que pa' qué le cuento. En mi ignorante calavera supuse que uno d'ellos metió la carga del novo (¿novo…? ta' que viejjja que estoy carajo!) en el tomacorriente o algo así. Luego, cuando vi la portada del caset, la mela: Juairon Maiden ¡Horror! ¡Música del diablo! ¡Vade por atroya Luzbel! ¡Padrenuestro que 'tas en el jeben! Etc.

Jamás había oído desa banda más que el nombre y los comentarios demonizadores, así que sentí cierta palta, pero a la vez curiosidad. Ya antes había escuchado el termino 'heavy metal', por la pela animada que años atrás dieron en los cines, pero de ahí nancis. Escuchaban el "Somewhere in time", ese álbum donde sale Eddie, despellejado y cibernético, después de haberle hecho cirugía láser a otro androide en una lleca de algún lugar del tiempo. Con culposo placer, pedí prestado el cartoncito del caset y le eché una atenta sapeada. Ah no, es sólo la ilustración, la chamba, pensé como para calmar a mi ángel de la guarda que yá-yá estaba jode que jode
, en plan net-nany, con el zonzonete de que "es del diablo". Tanto fue el dibujo a mis ojales que me eché a calcarlo a lapicero, pero no pude escoger mejor soporte que un pelpa cuadriculao, así que cagao, lo deje ahí porque la pistola láser ya estaba cerca del borde de la hoja y era imposible continuar, aparte que parchar la hoja no era la voz nica. Fue. Ahí nomás otro cuasa, que también es hincha de la dama, me alcanzó la portada de otra cinta: Piece of Mind, además de lapicero negro (…una rareza en ésa época, a la juraaanca!) y un bond A-4. Nica la hacía en el cole, pensé, entonces le dije que sí o sí tendría que llevarme el cartoncito a la jato. Al final me lo llevé, pero salió con hueso y todo, es decir, el cartoncito y la cinta. La merde… Qué miedo. Ya era bastante con reproducir la portada en toda su demoniaca malignidad ¡como para llevarme aquella música del diablo conmigo!

Metal pesado. La más puta idea que mi calavera sugirió al respecto fue que sería como meterle el dedo al plato al tocar un 33 rpm. See, see… qué disparate. Era la primera vez entonces que me enfrentaba al jevy, así, conciente y voluntariamente. ¿Exagerado? puede ser, pero así sucede cuando a uno desde chiquito le embuten el cerebro de catolicismo rancio que no admite dudas, murmuraciones ni cuestionamientos. Ya. Continúo. Al correr la cinta, la alucinada que me hice (esa pues, el dedo en el plato, el 33, etc…)
no se pareció en nada a lo que luego oí, no sin rochosazo placer recúntraculposo. Sonks como Where the eagles dare, Revelations (TÁ-TÁ-TÁ… TÁ-TÁ-TÁ… de la pitisumitri), The trooper (¡…ese punteo ya lo había escuchado antes en un comercial de mierda de un disco de baladas ja ja ja!), Still life, To tame a land, etc. con esos riffs, esas acentuaciones, los frenéticos punteos, el bajo ¡tun tun tuntun!, y esa teba, digo, particularmente, esa teba… ¡Merdé! Ya desde chiquitito tenía el jodido (pa' los viejos) vicio de hacer ritmo con la mesa, con los muebles, con un vaso y una cucharita o entrechocando los dientes, etc., pero nada que hubiera oído antes me había obligado a detenerme y escuchar con afán y atención como me pasó con este álbum. ¡Raqenrou'…! Fue ahí que, empeñado ingenuamente en sacar los quecos de teba igualíto que el locario del Nico, comenzó mi tránsito al lado oscuro de los tambores, el cual pasó por la fáctica toma de baldes, radiografías y palitos de tejer, prestaditos nomás, hasta la llegada de la Caraxo speshal maiden cholan series, ("...es americana ah, no como esas que hacen ahora en Taiwan y que dicen meidinusa", dijo la tía que me la vendió, pero ésa es otra historia) y con ella, el true infierno, porque si algo odia la gente en cualquier vecindario es un muchacho chancalatas.

Tiempo después dibujé la portada del primer álbum, donde aparece Eddie mirando todo paltaza pidiendo un yensi pa'l micro, la que, dicho sea de paso, fue la última. Problemas administrativos :D. Pero no fue el último disco o caset que oí de la dama o lo único que escuché de tan satanizado género. Al contrario. Digamos que fue el principio de un largo recorrido hacia el descubrimiento de la huevadita, del rol del maligno en el showbiz y en la vida en general (claro, para ciertas cosas es cómodo y salvador echarle la culpa al diablo, ¿cierto?, "…no fui yo, fue satán, el me dijo que lo haga, por la sarita…!", y así…), amén de las crucecitas y los terroríficos cuentos del LP tocado al revés (¿y ahora qué va ser, el cd, o el mp3 al vésre? wevonazos). Uuuh qué miedo…


Muuuchos años después me dí de narices con aquella extraviada idea que me hice en mi calavera, pero en bandas que están algo… ¿algo? ¡recuntra lejos del género!, como por ejemplo Cathedral (especificamente su primer superjevy album), My Dying Bride o Paradise Lost, entre otros cultores de lo que conocí con la etiqueta de Doom (dúm) metal. Já. Un pequeño salto cuántico.

[*¡Paz para tanta guerra! See, see… La joda es que la paz la tiene yuca porque no necesita pretextos. Es más, ni existen creo. Se vive en paz. Punto. En cambiooo… para la guerra, las razones, los pretextos, las causas, las ambiciones, los imbéciles "orgullos", los odios, las diferencias, los "terrorismos", los quítamestaspajas, todo vale. La merde… siglos de desarrollo de la materia gris (en adelante churreta gris) para seguir igualitos carajo. Como dijo mi tío Marco Aurelio: el hombre como especie ya se fue a la mierda… Cuánta razón, nomás que ¿y no será que siempre hemos estado ahí y que: 1)No nos hemos dado cuenta; 2)Creemos que no nos damos cuenta o 3)No queremos darnos cuenta o; 4)Bla bla bla… (así ac-infinitun!)]

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